Tras 2 años de los sismos de septiembre de 2017, el Istmo de Tehuantepec sigue sufriendo los estragos: Viviendas, escuelas, hospitales, mercados continúan en reconstrucción y afectan diversos derechos: a la vivienda, a la educación, a la salud, al trabajo, al agua y saneamiento público, entre otros. Codigo DH ha constatado en la región avances lentos en la reconstrucción de escuelas que afectan directamente a la impartición de clases, así como serias dificultades en la entrega de los recursos de Sedatu para la reconstrucción de las viviendas.
Por ejemplo, en la Escuela Secundaria Técnica No. 33 de Unión Hidalgo, el Comité de Padres y Madres de Familia (ver video) denunció que se demolieron 7 de 12 aulas dañadas, y luego no inicio ningún trabajo de reconstrucción, aunque las instituciones del sector IOCIFED e INIFED comprometieron que la escuela estaría lista a inicios del ciclo escolar 2018, esto no sucedió (ver nota). Esta falta de avances llevo al Comité de la secundaria a interponer un amparo que gano en octubre de 2018 y que tampoco ha sido cumplido (nota). Esta semana, en una inspección de la obra, la Constructura Liceaga reporta un avance del 38% en las labores de reconstrucción y rehabilitación de la Secundaria No. 33 de Unión Hidalgo; preocupa que en su reporte de avances no incluya la totalidad de las obras pendientes como los talleres y sanitarios de la escuela a dos años de los sismos que afectaron tan fuertemente la región.
En San Dionisio del Mar, la reconstrucción de la Escuela Primaria Pablo L. Sidar aún no concluye pues hace un año la empresa abandonó la obra. Aquí la constructora encargada fue Grupo Salcedo, empresa del Estado de México que desapareció de la región en marzo de este año dejando obras inconclusas y pagos sin realizar (ver nota), empresarios locales reportan que a esta empresa le fue adjudicada de manera directa la reconstrucción 300 escuelas y 79 millones de pesos, con el aval del IOCIFED. El fraude sigue en la impunidad y aun quedan cientos de escuelas por reconstruir y/o reparar.
En estos municipios y en muchos más de la región fueron instaladas aulas temporales, sin embargo desde el inicio se reportaron problemas, por las condiciones climáticas de la zona son demasiado calientes y se han venido rompiendo por los fuertes vientos, en algunos casos los salones ya no pueden ocuparse, carecen de puertas, ventanas o energía eléctrica.