- El caso aún está pendiente
- Omar esparza informó que están apunto salir cuatro de los detenidos por el caso
El 27 de abril de 2010, Bety Cariño y el observador internacional finlandés Jyri Antero Jaakkola integraban una caravana humanitaria de paz en las inmediaciones de la comunidad indígena autónoma de San juan Cópala en el Estado de Oaxaca, cuando fueron asesinados por un grupo de paramilitares conocido como UBISORT.
La defensora y el defensor de derechos humanos tenía planeado entregar provisiones a las comunidades que estaban bajo el asedio de grupos armados.
Once años después, familiares, amigos, organizaciones, colectivos y comunidades en México y en el extranjero continúan exigiendo justicia.
El crimen de Bety y Jyry hace aún más visible la triste realidad a la que se enfrentan las personas defensoras de derechos humanos en uno de los países con los índices más altos de corrupción e impunidad.
El caso aún está pendiente. Hasta enero de 2019, tres personas han sido arrestadas y hay órdenes pendientes para el arresto de otros 10 sospechosos; sin embargo, a pesar de estas acciones, Omar Esparza, viudo de Bety Cariño y su abogado, han denunciado en múltiples ocasiones la falta de voluntad política para lograr la resolución definitiva del caso.
En una entrevista reciente para Quadratin Oaxaca, Esparza indicó que están apunto salir cuatro de los detenidos por el caso, sin embargo, el año pasado, en 2020, salieron dos personas presuntamente involucradas en este doble homicidio, y de los 13 presuntos implicados solo 7 órdenes de aprehensión pudieron ejecutarse.
Pidió además, a la Fiscalía de Oaxaca, que no quede en la impunidad este doble asesinato tras ya once años de impunidad. A consecuencia de la pandemia este año, con protesta virtual, recordarán el aniversario luctuoso de la defensora y el observador finlandés.