El 27 de abril de 2010 fueron asesinados Bety Cariño y Jyri Jaakkola de origen finlandés, cuando se dirigían a San Juan Copala en una caravana humanitaria y de observación de derechos humanos para conocer la realidad en la que se encontraban los habitantes de ese municipio, quienes llevaban sitiados cinco meses por la Unidad de Bienestar Social para la Región Triqui (UBISORT); los hechos ocurrieron a la altura de La Sabana, Copala.
A tres años de estos lamentables hechos, prevalece la impunidad. El papel de las autoridades federales y estatales para dar con los responsables materiales e intelectuales de los hechos sigue adoleciendo de serias deficiencias. Si bien ha habido esfuerzos, hasta el momento nadie ha sido castigado por estos crímenes, aunque hay órdenes de aprehensión, estas no han sido ejecutadas.
Recordamos que Bety era maestra de profesión, defensora de derechos humanos por vocación, dedico su vida a apoyar a comunidades mixtecas y triquis, a crear alternativas de economía solidaria, de comunicación, a ser solidaria en procesos de defensa del territorio y contra minas. Su liderazgo y su compromiso la llevaron a ser parte de varios procesos a nivel nacional e internacional. Por su parte Jyri Jakkola era un reconocido ecologista y defensor, interesado en la realidad de las comunidades indígenas del sur de México. Trabajó en la organización Estelle Uusi Tuuli (Nuevo Viento), dedicada a promover la solidaridad internacional, el comercio justo, la paz y la comprensión entre los pueblos.
Ambos tenían en común su esperanza en el cambio, trabajaban en la construcción de alternativas y experiencias organizativas que ayudaran a crear un mundo diferente. Bety decía, y nosotr@s con ella: Sembremos futuro para cosechar esperanza.
Por todo lo anterior, CODIGO DH demanda:
1. Alto a la impunidad en el caso de Bety Cariño y Jyri Jakkola, castigo a los responsables materiales e intelectuales de sus asesinatos.
2. Protección efectiva y respeto al trabajo de todas las personas defensoras de derechos humanos que arriesgan su vida en las comunidades de Oaxaca y México en busca de mejores condiciones de vida y la defensa de los derechos de sus pueblos y comunidades.