En los últimos días, el debate sobre la aprobación del TPP ha dado mucho de qué hablar, ayer, en el segundo día de gobierno de Donald Trump, anunció que firmaría una orden para retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) y lo cumplió.
El análisis que constantemente la sociedad civil hizo de las filtraciones y, finalmente, del texto oficial firmado a principios del año 2016, confirman una alerta mundial, pues atenta contra los Derechos Humanos.
CODIGO DH publicó un análisis “TPP, conocerlo para saber cómo defendernos”: TTP para Pueblos Indígenas AQUI sumándose a las miles de reacciones globales que ha generado este tratado.
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, es un tratado de libre comercio multilateral que fue negociado en secreto por cinco años, y que fue finalmente firmado por los gobiernos de los países negociadores en febrero de 2015. Ahora se está a la espera que los Congresos de cada país aprueben el acuerdo en una fecha límite hasta el 2018.
Aunque estuvo fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado involucra también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
En sus 30 capítulos, el acuerdo regula un gran número de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente.
Después de la firma de EUA para no participar en el TPP, el tema ha sido retomado por distintos medios de comunicación, por lo tanto en CODIGO DH te desmentimos algunos mitos que seguramente has escuchado y que también puedes consultar en la plataforma tppabierto.net
1. “El TPP solo es un tratado comercial y no se preocupa de otras materias”.
El TPP es más que un tratado comercial de intercambio de bienes y servicios y de desgravamen arancelario. Por ejemplo, este TLC se ocupa de materias de propiedad intelectual y de internet, ignorando y dejando fuera del juego a foros internacionales –más transparentes y participativos– que se preocupan de estas materias como la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) o del Foros de Gobernanza de Internet.
El TPP no solo reescribe los tratados de libre comercio ya existentes, sino que también acuerdos internacionales, y se inmiscuye en el detalle de las reglas internas en las más diversas materias.
2.“El TPP entregó herramientas de transparencia pues informó a todas las partes interesadas”.
El TPP es un acuerdo económico que se negoció en secreto y donde organizaciones de la sociedad civil y público en general solo tuvieron acceso al texto de dos modos: gracias a las filtraciones de Wikileaks; y una vez que ya estaba cerrado el texto de la negociación, sin posibilidad de modificación alguna.
3.“Nadie tuvo acceso a los textos del TPP, solo los negociadores. Eso es una medida de seguridad que impide lobbies inapropiados”.
Como ha sido denunciado en varios reportes en los 5 años de negociaciones, la industria de Estados Unidos sí tuvo acceso privilegiado a los textos y, por tanto, a influir desproporcionadamente. Leer hoy el poder que tienen estas empresas con el texto final del TPP también lo demuestra.
4. “Los tratados de libre comercio siempre han sido secretos y así debería continuar”.
Una cosa es la reserva en la información y otra cosa es la falta de transparencia y nula participación. Ambas cosas son falsamente mostradas como opuestos cuando perfectamente pueden habilitarse mecanismos para que convivan armoniosamente.
Los tratados de libre comercio afectan a comunidades enteras y éstas deberían conocer a tiempo qué se está jugando en su futuro; y en un mundo que cada día más empuja por terminar con la corrupción y las malas prácticas políticas, los gobiernos deberían ser los primeros en implementar mejores prácticas para este tipo de negociaciones. El TPP, preocupantemente, va en dirección contraria y marca un hito de opacidad para los futuros TLC, que es simplemente inaceptable, y que se ve agravada por la cantidad de aspectos extraños al comercio que fueron acordados en el tratado.
5.“La gente que se opone al TPP solo responde “ideológicamente” a la izquierda política”.
Más allá de modelos de desarrollo que se compartan o no, el TPP –como tratado de libre comercio– es preocupante en amplios frentes para personas que no se identifican con la izquierda:
- Conveniencia económica: Por ejemplo, Chile ha firmado TLC con todos los países y los beneficios tienden a ser marginales o nulos. El retraso de los estudios del impacto por parte de DIRECON no ayudan a pensar distinto.
- Amenaza a libertades individuales, como derechos de expresión, de acceso al conocimiento y la privacidad.
- Da un desmedido poder a las empresas norteamericanas, dejando en posición de desmejora a países latinoamericanos y a nuestro sector privado.
- No responde a estándares modernos de transparencia que den garantías de un proceso sin corrupción.