Hace 8 años la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia (2010) a favor de Valentina Rosendo Cantú, mujer indígena Me’phaa, por la tortura y violación sexual que sufrió por elementos de ejército mexicano en 2002.
De su lucha derivaría como una de las medidas de reparación que el proceso en contra de los responsables fuera llevado ante los tribunales civiles y no ante la justicia militar. Hoy, después de un largo proceso, hemos llegado al momento de la emisión de una sentencia, que recae en el Juzgado Séptimo de Distrito con sede en Chilpancingo, Guerrero.
Organizaciones civiles pertenecientes a la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” consideramos este momento como una oportunidad histórica. El primer caso de tortura sexual cometida por elementos del Ejército, derivado de una sentencia internacional, está a punto de resolverse en el fuero ordinario y bajo un encuadre de los delitos correctos. La Juez de primera instancia tiene la oportunidad de desarrollar los estándares emitidos por la propia Corte IDH sobre cómo juzgar estos casos con perspectiva de género y etnicidad, estableciendo un precedente a nivel nacional. No sobra mencionar que para Valentina Rosendo, los procesos penales contra los perpetradores son clave para su acceso a la justicia, por lo que no será hasta que se cuente con sentencias firmes que las reparaciones en materia de justicia se considerarán como cumplidas.
Estamos con Valentina en este crucial momento y acompañamos su exigencia de justicia, verdad y reparación.
Consulta la sentencia de la Corte Interamericana de DDHH sobre el caso AQUI