Los ciclos de movilización social en Oaxaca han tenido saldos fatales en los últimos 11 años, la única respuesta del Estado ha sido la represión. Así fue en 2006 a raíz de la aplicación del “Plan Hierro” y en 2016 con su “Operativo Oaxaca”.
En 2006 fueron detenidas más de 500 personas a lo largo de junio-diciembre, asesinadas al menos 26 personas y sometidas a tortura por parte de cuerpos policíacos estatales y federales al menos los 140 detenidos del 25 de noviembre de 2006. De esos hechos no hay ningún detenido.
El año pasado, el Operativo Oaxaca realizado en Nochixtlán, Huitzo, telixtlahuaca, Hacienda Blanca y Viguera arrojó un total de 8 personas perdieron la vida debido a este operativo, un grupo de organizaciones civiles, entre ellas CODIGO DH, conocieron de 226 personas civiles con lesiones diversas, en tanto la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) detectó más de 80 civiles con heridas de arma de fuego provocadas por los elementos policíacos que dispararon sus armas contra la población.
En ambos casos, existen amplias documentaciones de las violaciones a los DDHH cometidas por los cuerpos de seguridad del Estado. La única respuesta ha sido la impunidad y la protección a los elementos de la PFP hoy PF, policía estatal y mandos policíacos.
Oaxaca tiene una deuda de justicia pendiente con su población, pero también de verdad y memoria para saber qué paso y evitar nuevos hechos que vulneren gravemente los DDHH.