Nuestra solidaridad con el colectivo de arte urbano Lapiztola

“Hermanos, hermanas abramos el corazón como una flor que espera el rayo del sol por las mañanas, sembremos sueños y cosechemos esperanzas, recordando que esa construcción solo se puede hacer abajo, a la izquierda y del lado del corazón “.
Bety Cariño

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@lapiztola

En estos días se está celebrando en el centro de la ciudad la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) bajo el lema “Expresiones de la Libertad”. En esta ocasión, la FILO gira alrededor de la temática de la libertad de expresión, con ponencias, documentales y conversatorios sobre violencia, periodismo, literatura, educación y, de manera destacada, arte urbano. Sin embargo, al tiempo que escritores y artistas reflexionan en el Zócalo sobre el cáncer de la censura bajo el patrocinio de empresas e instituciones, a pocas calles esa misma censura se ha llevado por delante una de las obras más conocidas dentro del muralismo oaxaqueño reciente.

Hace dos semanas, el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez notificaba al colectivo Lapiztola a través de un folio pegado sobre el mural de que su obra dedicada a Bety Cariño era contraria a la reglamentación del INAH. El colectivo, a través de su cuenta de Instagram, respondía que: “Lamentablemente está pieza no entra dentro del rubro de arte para el centro histórico, la frase al parecer les molesta por que al parecer si la entienden por lo que tal vez en pocos días tenga que ser borrada.” #elarteurbanonoesarte #suspendida #soloartistasconinfluencia #noesdelgusto

Ante las muestras de inconformidad expresadas a través de las redes sociales, el colectivo abundó que “estamos conscientes que el arte urbano es efímero, pero la forma de imponer otras cosas de su conveniencia y clausurar otras por que no va con la reglamentación del INAH es un poco incoherente, obvio para ellos estamos violando la reglamentación pero ellos igualmente lo hacen al querer imponer el centro de convenciones en un pulmón importante de la ciudad”.

A los pocos días, el mural fue efectivamente borrado, pero los gestos de solidaridad y apoyo no se hicieron esperar, y la calle Tinoco y Palacios apareció con pintas, fotografías conmemorativas y veladoras, en honor al mural desaparecido.

Desde Código DH repudiamos la decisión unilateral del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez de censurar una expresión de arte urbano que va más allá de la obra particular, y que muestra una política intolerante con la libertad de expresión, la defensa de los derechos humanos y todas aquellas ideas y personas que visibilizan estos ataques. En este sentido, queremos recordar que el mural en cuestión rescataba una frase de la activista oaxaqueña Bety Cariño, directora de CACTUS (Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos), asesinada por paramilitares el 27 de abril de 2010 durante una caravana humanitaria dirigida a San Juan Copala.

Bety Cariño era defensora de la soberanía alimentaria, la tierra y el territorio y el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas, así como de los derechos de las mujeres. A 5 años de su muerte, el caso sigue en la total impunidad, por lo que desde Código DH demandamos la pronta investigación, la correcta procuración de justicia y sanción a los culpables.

Nuestra solidaridad con el Colectivo LaPiztola, de quienes reconocemos su calidad artística y su compromiso con la libertad de expresión.