Palabras de Elizabeth y Sara Uruchurtu Cruz. 28 de agosto de 2024.
Cada 30 de agosto, desde el año 2011, se conmemora el día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas, una terrible acción cometida por quienes ejercen una función pública o por quienes actúan con la permisibilidad o tolerancia de autoridades públicas. Esto es lo primero que debe quedarnos claro, una autoridad desde el nivel municipal o hasta el nivel federal siempre podrá ser responsable.
No podemos olvidar que nuestra hermana Claudia fue desaparecida forzadamente desde el 26 de marzo del año 2021, por personas servidoras públicas del municipio de Asunción Nochixtlán. La injusticia la hemos vivido de manera muy cercana y es un reflejo de una problemática que afecta a muchas familias en nuestro país, por ello levantamos la voz para exigir al Poder Judicial del Estado de Oaxaca, no más impunidad.
Claudia era madre, hija, hermana, amiga y una mujer comprometida con su comunidad. Su desaparición no solo ha dejado un vacío irreparable en nuestras vidas, sino que, junto con otros casos en Oaxaca, ha expuesto una herida profunda en nuestra sociedad: la falta de justicia y verdad. Algo que a las autoridades de antes y de ahora no les importa, incluso, al contrario, luchan contra ella, para favorecer la impunidad.
Desde aquel fatídico día en que desaparecieron a Claudia, nuestra familia ha luchado incansablemente por encontrar respuestas. Hemos tocado puertas, hemos clamado en las calles, hemos levantado la voz en redes sociales y en medios de comunicación, pero también hemos acudido a las autoridades para exigir justicia.
Después de denunciar la desaparición de Claudia, fuimos parte de un proceso penal contra las personas perpetradoras. Conocimos de la falta de conocimiento y experiencia de juzgadores para aplicar la justicia en casos de desaparición forzada. Asumimos como familia en conjunto con nuestro equipo legal de Defensores por la Justicia, el reto de proponer una nueva perspectiva para juzgar tomando en cuenta estándares internacionales de derechos humanos. Esta lucha no fue sencilla, logramos obtener una sentencia condenatoria, sin embargo, el rostro de la impunidad se asomó, en el momento en que María Teresa Quevedo Sánchez, Jueza del Tribunal de Enjuiciamiento del Circuito de la Mixteca, decidió beneficiar a la ex presidenta municipal con una sentencia diferenciada de todas las demás personas participantes de la desaparición forzada de Claudia.
En la misma sentencia, también se dejó de tomar en cuenta la falta de consideración del trabajo de defensa de derechos humanos que realizaba Claudia, y por ello, como familia decidimos continuar nuestra lucha interponiendo un recurso de apelación. Sin embargo, por segunda ocasión la impunidad volvió a asomarse, ahora a través de la Sala Constitucional y Quinta Sala Penal colegiada del Tribunal Superior de Justicia, al ordenar la reposición de todo el procedimiento en franco perjuicio a nuestros derechos como víctimas.
Frente a esta nueva arbitrariedad decidimos solicitar el amparo y protección de la justicia federal. El día 12 de julio de 2024, el Juez Primero de Distrito, nos dio la razón y ordenó a la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal dejar sin efecto la resolución que ordenaba la reposición del procedimiento y emitir en un plazo de 20 días una nueva resolución en la que se garantice los derechos de las víctimas conforme a estándares internacionales de derechos humanos.
A la fecha se encuentra transcurriendo el plazo para que el Tribunal a través de la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal cumpla con lo ordenado por el Juez Primero de Distrito, es por ello, que en el marco del día internacional de las víctimas de desaparición forzada exigimos al poder judicial que:
• Nos garantice el acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación
Pero también queremos señalar públicamente que no permitiremos otra vez que la impunidad vuelva asomarse, ya no más injusticias, que no se dejen cooptar por el poder político o la influencia política que pudieran tener las personas involucradas, sore todo de la ex presidenta municipal quien era del partido del actual Gobernador y del actual Presidente de la República. Si se dicta una sentencia que no sea justa es darle la razón a la corrupción, a la sinrazón, es darle la espalda al pueblo.
Hoy nos toca levantar la voz una vez más. No podemos permitir que la impunidad sea el estandarte de nuestro sistema de justicia. Necesitamos respuestas, necesitamos paz, necesitamos justicia.
A todos ustedes que escuchan, les pido que no sean indiferentes. Cada uno de nosotros tiene un papel que jugar en esta lucha. No solo estamos buscando a nuestros seres queridos, también estamos luchando por el futuro de nuestra sociedad, por un país donde nadie más tenga que pasar por el dolor que muchas familias estamos atravesando.
A nosotras, no solo nos desaparecieron a Claudia, sino también la paz, la esperanza y, en muchos casos, la confianza en las instituciones que deberían protegernos. Es una forma de violencia que deja a las familias en un limbo interminable, atrapadas entre la espera y la desesperación.
Termino este discurso con la esperanza de que, algún día, pueda volver a mi hermana, que me la devuelvan y que le hagan justicia a ella y a nosotras. Espero también que las familias, como la mía, NO enfrenten un futuro incierto con las autoridades como lo vivimos nosotras y que Claudia, así como miles de desaparecidos en México, vuelvan a casa. Porque hasta entonces, no dejaremos de luchar.
Justicia para Claudia y para las personas desaparecidas de Oaxaca. Muchas gracias.