Justicia y Verdad son urgentes y necesarios para Oaxaca

En el marco del Día Internacional para el Derecho a la Verdad, difundimos la siguiente comunicación.



Este 24 de marzo será la primera vez que se conmemore el Día Internacional para el Derecho a la Verdad en relación con las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y para la Dignidad de las Víctimas, decretado por la Asamblea General de la ONU a iniciativa del Consejo de Derechos Humanos (CDH) el año pasado (noviembre 2010), como un homenaje a la labor de Monseñor Oscar Romero (El Salvador) y a la de todos los defensores de los derechos humanos del mundo.

En Oaxaca, la represión iniciada en 2006 contra el Magisterio y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, ha actualizado la demanda de justicia y castigo a los responsables de los actos de tortura, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y asesinatos de líderes sociales, entre otras graves violaciones a los derechos humanos. Como sociedad necesitamos conocer la Verdad sobre estos hechos para evitar que vuelvan a repetirse.

El derecho a la verdad se ha destacado como un derecho “básico” pues es fundamental para el ejercicio de otros derechos humanos, por ejemplo, la paz, la justicia, la reparación, la reconciliación, el reencuentro social etc. Justicia y Verdad son un binomio indispensable en la lucha contra la impunidad, y en Oaxaca, atender ambas es necesario y urgente.

Como bien reconoció desde el pasado proceso electoral, el ahora Gobernador en funciones en los siguientes términos: “Oaxaca tiene derecho a conocer la verdad. Cualquier persona que haya perdido la vida en 2006, antes o después, la Procuraduría tiene que investigarlo y detener a los responsables, porque hay deudos que están llorando a sus muertos. Esa es la función del procurador, y a quien nombremos deberá hacer ese trabajo”.1

Reiteramos: las víctimas de las violaciones graves de los derechos humanos y sus familiares, así como la sociedad entera tenemos derecho a conocer la verdad, las circunstancias en que se cometieron esas violaciones, los motivos por los que se perpetraron y la identidad de sus autores. Este proceso ayudará a recuperar la dignidad y aliviar en cierta manera el dolor por las pérdidas sufridas.

Con este proceso se rompe también con el pasado autoritario, al promover la rendición de cuentas y la transparencia respecto a los actos y omisiones de los gobiernos que han violado los derechos humanos y las garantías individuales.

Por ello, consideramos necesario:

1. Retomar las recomendaciones de las organizaciones nacionales e internacionales respecto a la lucha contra la impunidad, incluyendo el dictamen 1/2007 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
2. Recuperación de la memoria sobre los hechos del pasado reciente.
3. Reconocimiento de las responsabilidades penales, civiles y administrativas en los casos de graves violaciones a los derechos humanos.
4. Reconocimiento y respeto a la dignidad de las víctimas, sobrevivientes y familiares
5. Adoptar medidas de no repetición y reparación del daño con la finalidad de restablecer, en la medida de lo posible, el tejido social.

Para garantizar el cumplimiento de estos puntos, es necesario que el Estado reconozca nuestro Derecho a la Verdad y la Justicia para asegurar la progresividad de los derechos humanos y mecanismos de no repetición de violaciones a los mismos, abonando a la transición democrática, al marcar una postura de revisión del pasado autoritario y hacer posible la creación de un futuro diferente.

Por la Justicia, Verdad y Memoria

Frente Estatal de Víctimas de la Represión, COFADAPPO,
Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha AC (CODIGO DH),
Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer (IDEMO), Tequio Jurídico,
Servicios para una Educación Alternativa AC (EDUCA),
Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto AC