En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, es importante destacar los esfuerzos de hombres y mujeres valientes y comprometidos en llevar a cabo una labor crucial para la supervivencia de nuestro planeta, la defensa de la tierra y territorio. Se trata de los defensores de la tierra, personas que dedican su vida a proteger el medio ambiente y a luchar contra la explotación indiscriminada de los recursos naturales en sus comunidades.
Los y las defensoras de la tierra, a menudo miembros de comunidades indígenas y rurales, se enfrentan a amenazas constantes por parte de intereses corporativos y gubernamentales que buscan explotar sus territorios para la minería, energía eolica, megaproyectos, la tala y la agricultura industrial, entre otros. Estas actividades no solo destruyen los ecosistemas locales, sino que también amenazan la forma de vida y la cultura de estas comunidades.
Desde CODIGODH destacamos la labor del defensor Edgar Martín, ingeniero de profesión y campesino por convicción, originario de Unión Hidalgo y defensor de derechos humanos en asuntos ambientales desde 2016.
Inició su participación una vez que se reactivó la representación comunal, siendo una parte muy importante de su participación la denuncia sobre la instalación sin consulta de parques eólicos en la región del Istmo, en Unión fue el parque de Piedra Larga. Una vez aprobada la reforma energética de Peña Nieto y en sus últimos días de gobierno se dio luz verde al parque Gunna Sicaru, iniciándose la consulta y una resistencia que aunada a los importantes cambios en el sector energético lograron la suspensión del permiso.
Ha sido un activo defensor del medio ambiente y del paraje Cerro La Llovizna, reserva natural comunitaria en los límites con La Ventosa, ante la extracción de material mineral sin permisos ambientales hasta su clausura definitiva por parte de SEMAEDESO ocurrida hace un par de meses. Encabeza una denuncia penal por delitos ambientales ante la fiscalía del estado ante el daño generado en la zona.
Recientemente, he participado en la implementación de salvaguardas ambientales por la reconstrucción de la Línea K, pues se han derribado más de 9,000 árboles durante la limpieza de las vías sin que se realice la reforestación comprometida. En este proceso esta acompañado por otros defensores comunitarios y la representación de bienes comunales de Unión Hidalgo. Participa activamente en la Asamblea de Comuneros y transmite un programa ambiental semanal a través de una radio comunitaria en la localidad.
A pesar de los riesgos, Edgar y las y los defensores de la tierra siguen adelante con su misión, conscientes de que su lucha tiene implicaciones globales. La protección de la biodiversidad es esencial para mitigar la crisis climática y preservar los servicios ecosistémicos de los que todos dependemos.