Con el objetivo de Fortalecer los liderazgos de las mujeres de la región del Istmo de Tehuantepec, a la que acompañamos como Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos y en el marco de “Tarde de mujeres” realizó la actividad con las mujeres originarias de San Dionisio del mar.
En muchos contextos, las mujeres ocupan un rol clave en la defensa del medio ambiente, además de liderar la lucha por la protección del planeta y del territorio, son referentes de la conservación de culturas indígenas que encuentran fundamental la preservación de la naturaleza.
Las ceremonias y rituales constituyen algunas de las expresiones culturales mediante las cuales se reconoce y expresa la cosmovisión de los pueblos, como una forma de afrontar y /o aminorar los cambios drásticos, impactos y crisis de la vida, las sociedades y las personas han continuado celebrando ritos y ceremonias (en forma repetida y voluntariamente por personas relacionadas a través de la cultura).
Estas expresiones establecen vínculos de carácter simbólico con seres divinos y/o personas y con la naturaleza. La cosmovisión es recreada a través del ritual.
Los rituales involucran un conjunto de prácticas y símbolos (ofrendas, danzas, cantos, etc.) que nos apoyan a fortalecer nuestro sentido de identidad dentro de una comunidad y favorecen continuar con mayor fuerza y alegría; del mismo modo, cuando estos ritos hacen falta, según especialistas dos cosas pueden ocurrir: perdemos la estabilidad emocional, o nos sentimos excluídxs de una sociedad.
El viernes 17 de mayo del 2024 en zona lagunar de San Dionisio del mar, se reunieron mujeres de la comunidad, de diferentes edades, llevando a cabo el ritual en el que se ofrendó a la naturaleza flores, frutos, incienso, luz, semillas, bebida sagrada y rezos para pedir perdón por los daños causados, y agradecimiento por lo que hasta ahora ha sido otorgado por la tierra, los árboles, el mar, etc.; colocando la intención de que las ofrendas se conviertan en nubes y a su vez éstas en lluvias abundantes para calmar las altas temperaturas que aquejan a las personas en el lugar y a los pueblos vecinos. Todo ello en un clima de esperanza y armonía.