- Desde Código DH lanzamos un enérgico rechazo a la intención de imponer intereses industriales a costa de potenciales daños a la población y al medio ambiente.
- Exigimos que, dentro de sus respectivas competencias, la Presidencia de la República, la Semarnat, la Sader y la CNDH, promuevan, respeten, protejan y garanticen los derechos a la salud y al medio ambiente, y se consolide de manera urgente una transición agroecológica y una política de fortalecimiento de la soberanía alimentaria en nuestro país, en total apego al ejercicio de los derechos humanos, sin daños a la diversidad biológica, al suelo y al agua.
Este día por la mañana, medios nacionales informaron que sujetos desconocidos, irrumpieron en la casa de Víctor Manuel Toledo Manzur, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), previo a su renuncia. Esta información contrasta con la versión que inicialmente justificaba la salida de Toledo Manzur por su avanzada edad, una cardiopatía, la pandemia del Covid19 y el estrés que representaba estar a cargo de una dependencia con alta conflictividad social y ambiental como esta.
Lo que no reveló ayer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador al hacer pública la renuncia de Manzur, fue que hace unos días, durante el allanamiento fueron extraídos documentos y vaciaron en la azotea costales del herbicida glifosato, que es la sustancia que el ex funcionario buscó que se dejara de utilizar y ha sido motivo de confrontación con otros miembros del gabinete y agroindustriales.
En México, el glifosato es la sustancia activa de muchos agroquímicos de amplio uso que sirven para eliminar maleza en los cultivos, y por el cual, Toledo Manzur propuso una suspensión gradual de su uso desde 2019, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un probable cancerígeno.
Medios de comunicación destacaron que, desde el mes de noviembre del año pasado, al menos 60 permisos de importación fueron negados, lo que sugiere que las amenazas al secretario están directamente ligadas a la prohibición del herbicida y otros 80 plaguicidas más altamente peligrosos, prohibidos en innumerables países.
Diversas investigaciones y organizaciones ambientales han evidenciado y advertido el aumento drástico de enfermedades como el linfoma no Hodgkin, la alteración hormonal en adultos y niños, padecimientos renales, cambios en el bioma intestinal, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y el cáncer desde 1996 en Estados Unidos, cuando se introdujeron los primeros cultivos genéticamente modificados, principalmente para maíz, algodón y soja; sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de EU. continúa afirmando que el herbicida no presenta ningún riesgo para la salud pública.
Desde Código DH lanzamos un enérgico rechazo a la intención de imponer intereses industriales a costa de potenciales daños a la población y al medio ambiente y exigimos que, dentro de sus respectivas competencias, la Presidencia de la República, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), promuevan, respeten, protejan y garanticen los derechos a la salud y al medio ambiente, se consolide de manera urgente una transición agroecológica y una política de fortalecimiento de la soberanía alimentaria en nuestro país, en total apego al ejercicio de los derechos humanos, sin daños a la diversidad biológica, al agua y al suelo.
Finalmente reiteramos y hacemos nuestro el llamado, que desde diversas organizaciones de la sociedad civil se han hecho, para respaldar la preocupación del Dr. Victor Manuel Toledo Mazur, para actuar con responsabilidad desde las diferentes instancias del gobierno federal, anteponiendo siempre el principio precautorio y las opciones agroecológicas.
Hacemos un llamado también al Presidente Andrés Manuel López Obrador, para que coloque en el centro de todas sus políticas de transformación, el respeto irrestricto de los derechos humanos.