Con el objetivo de encontrarse con los Pueblos Indígenas y Afromexicanos de las regiones de Oaxaca, el INPI (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) convocó a las autoridades y organizaciones a distintos foros de consulta para integrar los sentires y las propuestas de los pueblos originarios. A este foro realizado en Guelatao el 18 de marzo del presente año, fuimos convocadxs; decidimos participar como organización de la sociedad civil que trabaja y acompaña procesos con mujeres y hombres del pueblo de tejidos finos y donde se habla la palabra del agua, Tzjoⁿ Noaⁿ (San Pedro Amuzgos), llevando algunas palabras y propuestas nacidas de las experiencias de trabajo realizadas en este rincón frontera entre la Sierra Sur y la Costa chica.
Participamos en el eje de “Bienestar e Igualdad Social”. Las propuestas que llevamos desde San Pedro Amuzgos fueron dos. Una planteada por las abuelas Amuzgueñas sobre el excesivo consumo de alcohol en la comunidad, lo cuál es un factor relevante en los índices de violencia contra las mujeres; afectándoles física, moral y económicamente de manera directa. Ante ello decidimos hacer eco para declarar el problema del alcoholismo como un problema de salud social en nuestras comunidades, donde es fácil confundir este problema de salud pública con un consumo recreativo.
La segunda propuesta es sobre el tema de la promoción y respeto a las lenguas indígenas, abonando a que todos los servidores públicos de los pueblos indígenas sean bilingües; es decir que dominen por igual la lengua originaria y el español. Ya que, comentan mujeres y hombres de San Pedro Amuzgos: “-Solo en México ocurre que un ciudadano indígena requiera de un interprete en su propia territorio para plantear sus demandas, propuestas y sentires; debido a que el servidor público no domina la lengua originaria y por tanto esto dificulta los procesos de exigencia de derechos en las comunidades. Si un ciudadano mestizo quiere ser autoridad en un pueblo originario debe esforzarse en aprender nuestro idioma-” comentan.
Cabe señalar que este debate sigue presente en nuestra comunidad, ya que existen muchos ciudadanos hijos de indígenas y no indígenas que no dominan la lengua originaria por distintos motivos, pero son personas valiosas y de respeto en el pueblo; además de que han aportado servicio y trabajo a las comunidades. En esta propuesta, agregamos que es necesario asignar presupuesto para que las y los abuelos enseñen la lengua indígena a quienes no la hablen.
Agradecemos a cada una de las hermanas y hermanos con quienes nos pudimos escuchar y compartir ideas, ya que en esta mesa se dejó escuchar la voz y el corazón de nuestras hermanas y hermanos indígenas de los territorios Oaxaqueños. Nos quedamos con muchos aprendizajes y por este medio hacemos eco de algunas de sus voces:
“Los pueblos indígenas no sabemos lo que es el bienestar, nunca lo hemos vivido, nos lo han robado, ahora nos piden que les expliquemos que es el bienestar… esperemos que haya compromiso y trabajo tanto de los pueblos como del gobierno para poder lograrlo”.
“El crecimiento y el bienestar hay que construirlos en comunalidad”.
“No podemos hablar de desarrollo desde abajo si desde arriba te ponen los candados”
Durante el foro, se habló de que estos trabajos abonarán para una Ley Nacional sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; sin embargo recordamos que en Oaxaca la ley estatal nunca se aprobó y adicionalmente no se pueden ignorar “Los Acuerdos de San Andrés”, sobre derechos y cultura indígenas firmados por el gobierno y el EZLN; dónde se plantean los temas de Autonomía, Autodeterminación, justicia e igualdad para los pueblos indígenas y los pobres de México.
También nos quedan dudas y preguntas por responder: ¿Será que se recogerán las propuestas de todas las comunidades y esto se verá reflejado en los Planes Regionales de Desarrollo? ¿Cómo se traducirá en acciones concretas? ¿Será que respetarán y escucharán las voces de los Pueblos Indígenas? ¿tomarán en cuenta la voz de los Pueblos Indígenas ante los megaproyectos como la minería mediante consultas previas, libres e informadas y en nuestras lenguas originarias? ¿Serán nuestras voces medios de legitimación de estos proyectos?