Hace cinco años la empresa Mareña Renovables intentó imponer un proyecto eólico en la Barra Santa Teresa, parte de los bienes comunales de San Dionisio del Mar. La defensa de este lugar en conjunción con pueblos ribereños y mareños, zapotecos e ikotjs lograron detener el megaproyecto, que bajo el nombre de Eólica del Sur, nuevamente se intenta colocar en tierras de Juchitán e Ixtaltepec.
El festejo convocó a personas de la comunidad y organizaciones que acudieron a entregar una ofrenda a San Dionisio, y la realización de una asamblea donde fueron nombrados nuevos representantes de la Asamblea de la comunidad, que ayudará a la rearticulación de las comunidades en defensa de la zona lagunar del Istmo. (Ver nota)
En la reciente visita del Relator de personas defensoras de DDHH de la ONU, Michel Forst a Oaxaca, pudimos escuchar a un integrante de la comunidad de San Dionisio del Mar, manifestando su sentir, aquí sus palabras:
Soy del mar, defiendo el mar porque vivo del mar.
Venimos de San Dionisio del Mar Oaxaca, un pueblo mareño Ikoojs que vive y come de la pesca, para el INEGI somos un pueblo de alta marginación en donde el 70% de los habitantes se dedican a la actividad pesquera, un 20% a la agricultura y un 10% son profesionistas.
En nuestra comunidad se aprobó un proyecto (Mareña Renovables) que consistía en una planta de energía eólica de 396 megavatios, con 132 aerogeneradores. La empresa se impusó corrompiendo a las autoridades municipales y agrarias, esto trajo descontento de la población porque nunca fue consultada ni tomada en cuenta para la aprobación, razón por la cual se interpuso un amparo para frenar la implementación del proyecto y la gente de la zona lagunar se movilizó para impedir el inicio de las obras que destruirían la Barra Santa Teresa, zona de reserva comunal.
Esto trajo como consecuencia agresiones a defensores y defensoras comunitarios, la situación de inconformidad ha sido manejada habitualmente por el presidente municipal, quien en 2012 interpuso una serie de demandas -al menos 8 en contra de más de 40 personas-, como medida de presión e intimidación. Varios defensores dejaron de colaborar por el miedo a ser detenidos o desaparecidos.
Aunque la empresa Mareña Renovables se fue, nuestra comunidad quedo confrontada y dividida, hubo y continua una campaña de difamación y desprestigio contra defensores y defensoras del Mar. Nos duele esta situación, somos jóvenes y nos preocupa que no podamos ofrecer a futuras generaciones una vida digna frente a la situación de despojo que se mira venir.
Seguimos con el riesgo de que vengan más empresas en esta nueva temporada de licitación de parques eólicos y se reactive el conflicto nuevamente. Recientemente se inicia la Zona Económica Especial y esto nos coloca nuevamente en riesgo como pueblo, como defensores, defensoras y también al medio ambiente.
Nosotros como defensores del mar y del territorio velamos y defendemos las áreas que son zonas de producción de pescados y camarones que nos sirven como alimentos para nuestras familias, debido a la devastación de un número considerable de hectáreas de manglares que provocaría un impacto muy severo a la zona de producción.