Después de permanecer injustamente preso durante 13 años, el profesor Alberto Patishtán recuperó su libertad, una vez que agotados todos los recursos legales existentes en el país, se reformo el Código Penal Federal, para incluir la figura del indulto presidencial para la liberación de personas en cuyos casos exista evidencia de que se violaron los derechos humanos del sentenciado.
Alberto Patishtan se acogió a este recurso, el último en su caso para recuperar su libertad. Su abogado defensor y organizaciones que lo han venido acompañando durante los últimos años señalan que deberían continuarse las investigaciones en el caso para dar con los verdaderos responsables, hacer efectiva la reparación del daño y el perdón público al profesor. (Ver comunicado FrayBa).
Así también, una vez más queda en evidencia la crisis del sistema penal mexicano, las violaciones al debido proceso en el caso Patishtan, y en miles de casos más, así como la serie de violaciones a derechos humanos cometidas en su contra, no pueden “solucionarse” con un indulto. Es ir contra el sentido mismo de las instituciones de justicia, que están en México para eso, para garantizar el acceso a la justicia.
La adición al artículo 97 Bis del Código Penal Federal, establece que “de manera excepcional, por sí o a petición del Pleno de alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión, el titular del Poder Ejecutivo federal podrá conceder el indulto, por cualquier delito del orden federal o común del Distrito Federal”.[1]