La Reforma de derechos humanos de 2011 es la más importante que se ha hecho a la Constitución Federal desde 1917, y representa una oportunidad en la exigencia y cumplimiento de los derechos humanos para todas las personas. Por ello es un tema que atañe a toda la sociedad y a todas las instituciones del Estado porque debe ser un eje transversal de la política pública.
En Oaxaca, la reforma constitucional realizada en 2011 resulta contradictoria con la Reforma Constitucional Federal en la materia, y no garantiza la progresividad de los derechos pues contiene graves omisiones al dejar de incorporar temas tan importantes como el Principio Pro Persona y la interpretación conforme, como lo señala el Artículo 1º de la Carta Magna. Es de señalar que el primer punto se refiere al uso de normas que mejor garanticen un derecho y el segundo a la armonización con los valores y principios contenidos en los tratados internacionales y la jurisprudencia de tribunales internacionales sobre derechos humanos.
Así también, la reforma en Oaxaca omite reconocer una de las máximas en materia de derechos humanos que contiene la reforma federal, como es la obligación constitucional que tienen las autoridades, administrativas y judiciales, de no interpretar restrictivamente las normas que contemplan derechos humanos sino de aplicar un “control difuso de convencionalidad”. Deja de lado el establecer las obligaciones de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos por parte del Estado.
El Congreso local, a través de la LXI Legislatura, soslayó la oportunidad histórica para generar a la población oaxaqueña un marco jurídico garantista y de respeto pleno a los derechos humanos, además de menospreciar los planteamientos hechos por diversos sectores de la sociedad para fortalecer la democracia participativa y el respeto a los derechos humanos.
La participación de la sociedad y ciudadanía ha sido importante para hacer propuestas, pero es necesario continuar luchando, proponiendo y exigiendo se sienten las bases jurídicas e institucionales para construir la transformación que tanto ansiamos. Exigir la armonización constitucional en este momento resulta un paso indispensable y necesario si aspiramos a tener una sociedad democrática.
Por todo lo anterior,
- Exigimos a la LXI LEGISLATURA, realizar una REFORMA A LA CONSTITUCION LOCAL que armonice y garantice efectivamente la progresividad de los derechos en materia de derechos humanos.
- A LA LEGISLATURA ENTRANTE, CUMPLAN con su función de representantes de la sociedad y se refleje en sus decisiones el interés por garantizar el respeto a los derechos de las personas y colectivos.
- Hacemos un llamado a las INSTITUCIONES E INSTANCIAS PÚBLICAS DE DERECHOS HUMANOS, PARTIDOS POLÍTICOS, a tomar en cuenta los aportes y experiencia de la sociedad civil en la materia.
- A LOS PUEBLOS, COMUNIDADES INDÍGENAS, A LA SOCIEDAD EN GENERAL, les llamamos a consolidar y fortalecer nuestras luchas, a exigir la posibilidad de contar con un marco jurídico garantista y a retomar nuestra incansable lucha para lograr la transformación de Oaxaca.
- A LAS INSTITUCIONES ACADÉMICAS, les llamamos a involucrarse y participar en las temáticas que son trascendentales para el Estado.
¡Requerimos de un profundo respeto a los Derechos Humanos!
Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha AC (CODIGO DH), Servicios para una Educación Alternativa AC (EDUCA), Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C., Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña AC (IDEMO), Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño AC (CAMPO), Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto AC, Comisión Regional de Derechos Humanos Mahatma Gandhi AC, Observatorio de las Justicias integrado por FUNDAR Centro de Análisis e Investigación AC, Centro Profesional Indígena de Asesoría Defensa y Traducción, AC, (CEPIADET), Luna del Sur AC y Tequio Jurídico AC.
*Desplegado publicado en el Diario Noticias y El Imparcial