Honorio Corcuera Noyola y Margarito González Domínguez fueron detenidos y acusados del asesinato de Israel Moreno Pérez, ocurrida en julio del año 2011.
Diez años después continúan privados de la libertad sin sentencia, lo que en sí mismo ya constituye una grave violación al acceso a la justicia y debido proceso legal de estos dos afromexicanos. Ante la desaparición del estudiante de la UNAM en Chacahua, Tututepec, Oaxaca; la detención de Honorio Corcuera Noyola y Margarito González Domínguez, dedicados a la pesca y el paseo de turistas en lanchas en Chacahua, en el mes de diciembre de 2011.
Como parte del proceso de investigación, personal de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca con sede en la costa los mantuvo en arraigo durante un mes privándolos de la libertad y buscando inculparlos a través de la tortura, como se ha documentado. A inicios de enero de 2012 fueron consignados ante el Juzgado Segundo Mixto de Puerto Escondido, conformándose el expediente penal 01/2012, mismo que a la fecha continúa en fase de instrucción.
Fue hasta abril de 2016 que la Fiscalía General del Estado, decidió iniciar la investigación por tortura, dado el señalamiento hecho por Honorio y Margarito, y con el objetivo de fortalecer la investigación y documentación de los incidentes de tortura, se realizaron por parte de personas expertas independientes evaluaciones médico/psicológicas (Protocolos de Estambul) para identificar las causas y consecuencias de lo que puede llegar a configurar el delito de tortura.
Reiteramos, la tortura contra Honorio y Margarito ha sido señalada ya por la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca en su Recomendación 13/2016 y recientemente el Gobierno de la República, ha señalado estar en contra de prácticas de tortura ha asumido el compromiso de implementar acciones efectivas para erradicarla, inclusive, emitió en el 2021 un Decreto para que las personas que hayan sido víctimas obtengan su libertad,
A diez años de su detención, Honorio y Margarito son dos ejemplos donde la justicia no es pronta ni expedita, y como afromexicanos adicionalmente enfrentan el racismo existente en el sistema de justicia y la dilación de su proceso.