En el Día Internacional de los Derechos Humanos, defendemos la vida y exigimos justicia

Desde CodigoDH nos sumamos a la exigencia de la Red TDT de la cual somos parte.

En el Día Internacional de los Derechos Humanos ante la violencia sistemática y la omisión estatal, defendemos la vida y exigimos justicia

Ciudad de México, 10 de diciembre de 2025

En el Día Internacional de los Derechos Humanos, desde la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT), reivindicamos esta fecha como un acto de exigibilidad de verdad y justicia. Alzamos la voz frente a las graves violaciones a los derechos humanos que persisten en México y denunciamos la omisión sistemática del Estado ante la violencia territorial y desprotección de quienes defienden la vida, los territorios y la dignidad humana.

El país enfrenta tensiones que no están aisladas al ser parte de la violencia estructural, desigualdad e impunidad. La crisis actual afecta la vida cotidiana y el proyecto de vida de personas y comunidades que afrontan intimidaciones, ataques contra las comunidades, falta de acceso a la justicia, despojo de territorios, y vulneraciones sistemáticas de los derechos de mujeres, infancias, juventudes y pueblos indígenas. Esta violencia, ejercida frecuentemente por grupos criminales con aquiescencia, tolerancia o complicidad de autoridades federales, estatales y municipales, ha fracturado el tejido social y ha limitado severamente la organización comunitaria, la participación ciudadana y la posibilidad de construir entornos dignos y seguros.

Desde la Red TDT recordamos algunos de los temas que aguardan respuestas y propuestas de abordaje integral para las víctimas y sus familias:.

La desaparición forzada continúa en ascenso, con un incremento crítico entre 2024 y 2025. La búsqueda de verdad y justicia ante la inacción institucional recae en las familias, quienes siguen enfrentando amenazas, agresiones e incluso asesinatos sin que existan mecanismos efectivos de protección para garantizar su vida e integridad.

La impunidad y la militarización profundizan el deterioro de la paz y la democracia. La ausencia de investigaciones serias y sanciones a responsables de violaciones graves de derechos humanos ha convertido la impunidad en regla. A ello se suma la insistencia en un modelo de seguridad militarizado que, lejos de resolver la violencia, incrementa la opacidad, el riesgo de abusos y el clima de amenaza permanente.

Quienes defienden los derechos humanos y ejercen el periodismo continúan en situación de alto riesgo en México. Las agresiones, criminalización, amenazas y la desaparición forzada buscan silenciar voces críticas, inhibir la denuncia y fomentar el miedo. La defensa del territorio y de los bienes comunes sigue siendo especialmente peligrosa, en un contexto donde los intereses económico-políticos se imponen sobre la vida y los derechos de las comunidades.

Persisten, además, vulneraciones graves a los derechos de los pueblos indígenas, quienes enfrentan despojo territorial, imposición de proyectos extractivos, criminalización de sus procesos organizativos y negación sistemática de su autonomía y libre determinación. De igual forma, las personas en movilidad —migrantes en tránsito, solicitantes de asilo, personas refugiadas, deportadas y retornadas— continúan expuestas a detenciones arbitrarias, extorsiones, violencia institucional, explotación y múltiples barreras para acceder a protección internacional, regularización y justicia. Las mujeres viven altos niveles de violencia feminicida, sexual y digital, desaparición, criminalización, discriminación estructural y ausencia de garantías efectivas para su seguridad y acceso a la justicia. Las personas LGBTIQ+, por su parte, siguen siendo blanco de crímenes de odio, violencia física y simbólica, discriminación sistemática y prácticas que restringen su autonomía, su identidad y el pleno ejercicio de sus derechos. A ello se suman las profundas desigualdades que afectan a las poblaciones que viven en condiciones de pobreza, exclusión y marginación.

Este panorama confirma que el Estado mexicano continúa incumpliendo sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Frente a esta realidad, reafirmamos que los derechos humanos no se negocian ni se subordinan a intereses. Las organizaciones de la sociedad civil reiteramos nuestra postura de expresar con firmeza, respeto y claridad nuestro rechazo a toda forma de violencia, reconociendo que el silencio ante las injusticias normaliza la situación. Exigimos que la dignidad guíe las decisiones públicas y que se garantice, de una vez por todas, la seguridad, la autonomía y la justicia para todas las personas.

En este día, y en todo momento, exigimos que se garantice, sin excepciones, la seguridad, autonomía, verdad, justicia y reparación integral para todas las personas.

Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT)