En México y Oaxaca la represión policíaca ha sido parte de la historia de violaciones graves a Derechos Humanos. Para Oaxaca la serie de represiones vividas en 2006 por parte de diversos cuerpos policíacos municipales, estatales y federales sigue impune a pesar de haberse intentado una Comisión de la Verdad. Hoy el tema se encuentra nuevamente en la agenda mediática a raíz de una serie de asesinatos cometidos por fuerzas de seguridad en México y Oaxaca.
En 2006 vivimos el desalojo del plantón magisterial por parte de policía estatal el 14 de junio que provocó una serie de movilizaciones y protestas, así como la creación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Este periodo de movilizaciones terminó con una serie de detenciones masivas realizadas por la Policía Federal Preventiva (PFP) y el traslado de las personas detenidas a Nayarit, detenciones arbitrarias, tortura, negación del debido proceso y acceso a la justicia son algunas de las violaciones documentadas por organismos civiles y la CNDH.
Han pasado 14 años de esos lamentables hechos y hoy seguimos viendo situaciones similares, cuando cuerpos policíacos atacan a jóvenes como en el caso de dos hermanos en Huitzo o del grupo de amigos de Alexander G. en Acatlán, o personas detenidas fallecen al interior de cárceles cuando se encuentran bajo resguardo de las autoridades. La falta de protocolos de actuación de estos cuerpos, largamente señalada, sigue sin ser atendida, sin ser sancionada la tortura y el “abuso de autoridad” continúa siendo un hoyo negro que oculta ajusticiamientos, tortura e impunidad.
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