El Consejo Ejecutivo de la UNESCO proclama el 13 de febrero, el Día Mundial de la Radio y aunque se celebró por primera vez en 2012, la proclamación fue un año antes. Por lo que más allá de una celebración, es una llamada a la acción para la defensa de este medio, cuando se encuentra en un contexto que responde a las necesidades de las comunidades.
“Hay que considerar a la radio como un medio de comunicación de bajo costo, especialmente apropiado para llegar a las comunidades alejadas y a las personas vulnerables como los analfabetos, los discapacitados, las mujeres, los jóvenes y los pobres, que además ofrece una plataforma para intervenir en el debate público, independientemente de cuál sea el nivel de educación de los oyentes” según cita la UNESCO.
El uso social de este medio de comunicación, ha representado cambios que reivindican el derecho a la libertad de expresión y el derecho de las comunidades para crear y apropiarse de los medios.
Sin embargo, en el estado de Oaxaca, la mayoría de las radios comunitarias han sido el resultado de la organización y lucha de los pueblos que enfrentan conflictos sociales y que sirven para su defensa, para visibilizar violaciones de derechos humanos, por ejemplo: defensa del territorio, del medio ambiente, defensa de su lengua, del maíz, del agua, violencia de género, entre otros.
Pero la Radio también ha enfrentado panoramas adversos como la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión de México, aprobada en 2014 por el Presidente Enrique Peña Nieto. Pese al reconocimiento, por primera vez, de la existencia de las radios indígenas o comunitarias, se ha tornado en una estrategia para erradicarlas.
“Las nuevas normas no sólo dificultan los ya complicados y costosos trámites para obtener las licencias, lo que condena a la clandestinidad a estas emisoras”, según Mario locutor indígena en entrevista para Sin Embargo.
Cabe destacar que la criminalización de este medio, ha dado paso a agresiones, amenazas, desapariciones e incluso asesinatos de comunicadores comunitarios, como ya lo ha documentado CODIGO DH, en casos como el asesinato de Salvador Olmos, radialista de la Tu’un Ñuu Savi el pasado 26 de junio, en Huajuapan de León, (asesinato que sigue impune) y las amenazas y hostigamiento contra la radio comunitaria La Tlaxiaqueña a partir del 19 de junio del pasado 2016.
Por otra parte, las mujeres, lxs niñxs, lxs jóvenes, campesinxs, ancianxs, enriquecen el papel de la radio al transmitir sus vivencias y al difundir información que ha sido censurada en los medios convencionales, también es de reconocer, la amplia participación de las mujeres en este tipo de canales de comunicación, pues se han apropiado de las cabinas de radio (muchas veces improvisadas) para hablar sobre temas que difícilmente pueden expresar en otros espacios comunitarios.
Hoy a seis años del reconocimiento, instamos a las comunidades para defender y preservar la radio. La importancia de la radio y la creación de radios comunitarias e indígenas, ha sido de gran utilidad para llenar ese vacío de información que han dejado los medios de comunicación masiva, y para el empoderamiento de comunidades que buscan el fortalecimiento y construcción de mecanismos de reproducción de su cultura, identidad, política y reconocimiento de sus derechos, y lo más importante, la construcción de sociedades participativas y democráticas.