Comunidades del Istmo, en riesgo de sufrir crisis alimentaria por empresas eólicas

Durante el encuentro que sostuvo el relator de la ONU Michel Forst con defensoras y defensores oaxaqueños, el pasado viernes en la entidad, tuvo el propósito de conocer la situación de personas defensoras y las condiciones de violencia que ellos y ellas viven a diario.

Foto: Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C.

 

CODIGO DH realizó el acompañamiento a defensores de la tierra y territorio, integrantes de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ), María Isabel Jiménez, quien ha sido víctima de violaciones a sus Derechos Humanos por parte de empresas eólicas que operan en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.

Expresó ante el Relator Michel Forst que: “Ni las empresas eólicas, ni el gobierno mexicano, nos toma en cuenta, ni como indígenas, ni como humanos, mucho menos como mujeres”.

Durante su lucha por la defensa de su tierra y territorio, la APPJ ha sido objeto de una serie de agresiones, en la propia comunidad indígena, como difamaciones, insultos, llamadas telefónicas amenazantes, persecuciones, intentos de secuestros, que ponen en riesgo su vida, hasta la  devastación del manto freático, flora y fauna, y su forma de vida  que afecta a toda la comunidad zapoteca.

“Las empresas eólicas, como Bii Hioxo no han respetado nuestros espacios sagrados, que han sido por generaciones lugar de convivencia y el compartir de las familias y la comunidad” enfatizó la defensora.

En el Istmo las empresas eólicas abarcan ya, 30 mil hectáreas, la mayor parte tierras de cultivo que los colocan en riesgo de sufrir una crisis alimentaria.

“La comunidad Binni Zaa gradualmente estamos sufriendo  de la escasez de alimentos, debido a que en gran parte de terrenos de cultivo, las empresas transnacionales han sembrado aerogeneradores que impiden abundantes cosechas, además que afectan la pesca ribereña. Se han devastado espacios que antes eran para la recolección de leñas para las familias” dijo la defensora al relator.

Muchas mujeres zapotecas no saben leer ni escribir y tanto las empresas como el gobierno se aprovechan de ello, violando sus derechos como mujeres e indígenas.

María Isabel Jiménez es parte de las mujeres zapotecas, que elaboran tortillas a mano, atole, tamalitos, recolección de plantas medicinales, como sustento familiar, alimento y salud comunitarios y que hoy en día sufren la devastación que provocan las empresas eólicas.

Por lo anterior pidió al Relator Michel Forst que en esta visita a México, tome en cuenta las denuncias y labor que como defensoras ha sido exigir al gobierno que no siga promoviendo el despojo en las comunidades con el discurso de desarrollo y que respete la manera de vivir, de las comunidades en el Istmo de Tehuantepec.