Cuáles son las afectaciones de parque eólico Bii Hioxo en Juchitán?

Pobladores de la región, estudiantes e investigadores, han iniciado un proceso de documentación sobre las afectaciones que la construcción de parques eólicos está dejando sobre las tierras de la zona, preguntándose ¿este es el desarrollo que necesitan las comunidades indígenas?

Desde inicios de 2013 la construcción del Parque Bii Hioxo enfrentó la oposición de los pobladores de la Séptima Sección organizados en la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ) ante la falta de consulta e información sobre el proyecto, a lo que han seguido amenazas contra opositores por parte de trabajadores de la empresa y hasta del representante de la misma, así como la falta de pagos a sus arrendatarios que desde el 1 de agosto de este año 2014 mantienen tomadas las instalaciones del parque¹. Contrario a lo que señala la empresa en su página web: “La empresa ha mantenido una estrecha comunicación con la comunidad, mediante consultas y acuerdos, respetando plenamente los derechos de los pueblos de la región, sus tradiciones culturales, agrícolas y pesqueras.”² 

En este contexto, las afectaciones del parque incluyen cambios de nivel en terrenos, apertura de nuevos caminos afectando terrenos de cultivo y/o pastoreo, cierre de caminos cosecheros, obstrucción y secamiento de brazos de agua que en esta zona se encuentran a partir de los 2 metros por su cercanía con la Laguna Superior, afectando el drenaje natural de la zona y la humedad de los terrenos de cultivo, la cooptación de las sociedades religiosas de las capillas ubicadas en lugares considerados sagrados a la orilla de la Laguna Superior, la pérdida de flora usada en la medicina tradicional que crecía de manera natural, la vigilancia policíaca del perimetro del parque, aunque no todos los terrenos dentro de él han sido arrendados a la empresa y en algunos casos se rescindieron los contratos.

Otras afectaciones previstas se relacionan con la colisión de aves migratorias,y murciélagos en las torres y el ruido que los aerogeneradores producirán, sin que se conozcan las medidas que la empresa tomará para mitigarlos. Así como la contaminación de tierras y aguas por aceites altamente contaminantes que desprenden las turbinas, como ya se esta viendo en otros parques de La Venta y Unión Hidalgo.

Las comunidades están demandando derechos reconocidos en el ámbito internacional y por el gobierno mexicano, como los previstos en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de Pueblos Indígenas, por ello acudirán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que esta semana visita el país para exponer su problemática.

Finalmente, de la instalación de La Venta I, un pequeño parque instalado en 1994 por la CFE para el monitoreo de los vientos, con seis torres de 30 metros y capacidad de 1.5 MW, a la presencia de grandes parques de más de 100 torres de 80 metros, hay una gran distancia y un uso intensivo de la tierra y el viento. Tan solo de 2006 a inicios de 2014 se han instalado más de 1300 torres eoloeléctricas, siendo el último parque construido en la región el Bii Hioxo (viento fuerte), filial de la empresa Gas Natural Fenosa, sobre tierras de propiedad social de Juchitán de Zaragoza.

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