Las organizaciones que conformamos la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos”, celebramos este fin de semana la conclusión de actividades de nuestra campaña “Defendamos la Esperanza”, cuyo propósito ha sido difundir el impacto positivo del la labor de defensores y defensoras de derechos humanos. La campaña que comenzó en marzo de 2013, recopiló veinte historias de cómo la labor de quienes defienden los derechos humanos ha aportado a la construcción de una sociedad mas justa y mas democrática.
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A través de estas 20 experiencias de defensa y promoción de los derechos humanos, mostramos los rostros de las defensoras y defensores, así como de las personas que estos apoyan en su labor cotidiana de denuncia y promoción, los procesos que acompañan, así como la contribución de sus centros a la formación de nuevos sujetos de derechos. A través de esta recopilación de historias de lucha, pudimos dar difusión a una diversidad amplia de problemáticas y contextos locales que reflejan un panorama de la situación de los derechos humanos en nuestro país.
“Defendamos la Esperanza” mostró que el cambio es posible y nos dio la posibilidad de tener a través de actividades públicas un mayor alcance social. La campaña recorrió ocho Estados de la República, en donde realizamos foros, conferencias y actos públicos. A través de estas actividades distribuimos casi dos mil publicaciones y miles de ejemplares de material de difusión que habla sobre el derecho a defender los derechos humanos, en redes sociales compartimos historias de las y los defensores de derechos humanos y llegamos a miles de personas con un mensaje sobre la necesidad de apoyar a víctimas de derechos humanos y a quienes las acompañan en la búsqueda de la justicia. Durante la campaña tuvimos el honor de conocer a muchos de los protagonistas de estas historias, fuimos testigos de la liberación de Alberto Patishtán, profesor indígena detenido injustamente 13 años por un delito que no cometió de la liberación de las personas inculpadas injustamente del atentado del “coche bomba” en Chihuahua, de los avances en la lucha de los ejidatarios de la Sierrita, de los avances en la lucha de los pueblos en defensa del territorio de Wirikuta, nos sumamos a la demanda de justicia de Irinea Buendía, una madre en busca de justicia ante el feminicidio de su hija, entre otros.
México es un país de alto riesgo para quienes realizan para quienes defienden los derechos humanos. Uno de los factores que incrementa este riesgo es la falta de conocimiento y de reconocimiento de la labor de las y los defensores de derechos humanos. Es importante señalar estas ausencias, han sido señaladas como una de las principales causas del alto riesgo así como han sido motivo de varias recomendaciones de instancias internacionales que han revisado la situación de los derechos humanos en el país[1]. Sin duda, a través de esta campaña, contribuimos a dar a conocer estos aportes, e invitamos a otros a hacerlo. Hoy mas que nunca México necesita a las personas defensoras y abrir espacios de debate público y fortalecer la libertad de expresión de todas las personas.
Agradecemos a todas las personas que hicieron posible este esfuerzo conjunto, a todas las organizaciones que nos han apoyado tanto nacionales como internacionales, a la Fundación MacArthur quien a través del Premio de Instituciones Creativas y Efectivas hizo posible que todas estas actividades se llevaran a cabo, así como a la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en México quienes se sumaron a esta campaña.
Atentamente,
Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (conformada por 74 organizaciones en 20 estados de la República mexicana)