La transición democrática ha muerto: Pueblos Indígenas

marcha19marzoOaxaca, 20 de marzo. Un cortejo fúnebre de más de 800 personas arribo el pasado 19 de marzo al zócalo de la capital ¿Quién murió? Murió la transición democrática según los pueblos indígenas y organizaciones que acompañaron la marcha entre ellos zapotecos, mixtecos, mazatecos, triquis, zoques e ikojts.

La movilización fue contundente, con banda, cohetes, flores, en un acto simbólico los pueblos enterraron un proceso asesinado por el propio gobierno, se pronunciarón por el esclarecimiento de los crímenes políticos de Betty Cariño, Bernardo Vázquez, Catarino Torres, Teresa y Felícitas Martínez y de otras decenas de asesinatos y desapariciones que han sido archivados. Para los pueblos esta movilización significó la muerte real de un proceso que ahora las comunidades han hecho suyo, “el cambio solo lo vamos a poder construir nosotros mismos, como comunidad, como pueblos que somos, desde abajo”. La transición democrática ya no vive más el palacio del zócalo, ni en quienes gobiernan, se ha mudado a cada comunidad y cada pueblo, en cada mujer, niño, abuelo, madre, padre que ha decidió defender su territorio, su cultura, su vida, en contra de las propias autoridades que nos gobiernan.

Y es que los pueblos indígenas han sido los más afectados por los megaproyetos y por el esquema de “desarrollo estatal”, pero no solo, sino también como una política sistemática de despojo, olvido y pobreza que se ha impuesto sobre los pueblos desde la Federación. No fue casual que fueran los pueblos indígenas los primeros en decirlo, indígenas istmeños que llevan un proceso de resistencia en contra de los parques eólicos desde hace más de 6 años y que durante todo 2012 y lo que va de 2013 han vivido el aumento de la violencia por la imposición del parque en San Dionisio del Mar de la empresa Mareña Renovables. Indígenas de la mixteca quienes tienen en sus territorios más de 300 concesiones mineras, Zoques de la zona de los Chimalapas quienes anunciaron ayer que no permitirán que se realicen elecciones en sus comunidades.

Los pendientes y agravios son muchos, especialmente para los pueblos y comunidades indígenas, quienes han padecido en mayor medida el deterioro del tejido social provocado por la imposición de proyectos económicos, obras de infraestructura, modelos de representación política, y la falta de respeto del Derecho a la Consulta, a pesar de que es un derecho reconocido en el Convenio 169 de la OIT. Sin duda, San José del Progreso es el ejemplo claro de ello y de concretarse, el Parque Eólico en San Dionisio sería un proyecto más en la lista de imposiciones.

Entre los convocantes a la marcha, estuvieron la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, MAIZ-Oaxaca, Frente de Pueblos del Bajo Mixe, Oicorema-Región Mazateca, Asamblea General de la Comunidad de Santa María Chimalapa, EDUCA, Organización Campesina Indígena de Oaxaca-CNPA, COMCAUSA, Asamblea Comunitaria de San Miguel Chimalapa y CACTUS.