Reflexiones sobre el decreto para liberar a personas privadas de la libertad.

Al anuncio dado por el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre firmar un decreto que permita la liberación de personas privadas de la libertad que lleven más de 10 años sin sentencia, sean mayores de 75 años, tengan más de 65 años y sean enfermos crónicos o hayan sufrido tortura y lo prueben mediante la aplicación del protocolo de Estambul. Señaló: “no queremos tortura en México, nadie merece ser torturado” (La Mañanera).

Esta es una buena noticia ya que hay muchas personas que han sido acusadas injustamente y torturadas en el proceso, y colocar el tema sobre la mesa implica avanzar en el reconocimiento de la tortura como una práctica común en México.

Sin embargo, a pesar de que el protocolo de Estambul es una herramienta muy útil al momento de investigar y documentar casos de tortura en Oaxaca no existen esfuerzos para capacitar y sensibilizar a los funcionarios encargado de impartir justicia y que a pesar de esto nos encontramos con la poca apertura para la aceptación de los peritajes independientes.

Por esta razón instamos al gobierno estatal y a las autoridades pertinentes que se haga un seguimiento adecuado de éste decreto y que se armonice y replique en Oaxaca para darle una efectiva aplicación, la cual, como indicó el presidente tiene como plazo hasta el 15 de septiembre.

Seguiremos atentas a la implementación eficiente de éste decreto presidencial, como un paso importante en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.