Aspectos psicosociales de la Tortura

CicloTortura.-687x1024
Ciclo de la Tortura. Centro ProDH

La TORTURA, forma parte de las graves violaciones a los derechos humanos con un alto impacto para la persona, pues representa una vivencia de extremo dolor psíquico y físico, que supone un ataque a su identidad e integridad, con el fin de desestructurarla en su ámbito individual, familiar y social. Para valorar este IMPACTO, es necesario entenderlo por todas sus dimensiones y de está manera tomar medidas con respecto al caso, es decir, denuncias, procesos judiciales y de acompañamiento psicosocial.

Puesto que todas las violaciones de derechos humanos son experiencias traumáticas que marcan un antes y un después en la vida de las víctimas, uno de los grandes desafíos del acompañamiento psicosocial es darle un SENTIDO POSITIVO a estas vivencias y hacer que las víctimas recuperen el protagonismo activo y en el mismo proceso ir recuperando la confianza y el control de su vida.

El ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL se convierte en un factor clave en la rehabilitación de las víctimas de tortura, pues aunque ellas movilizan en primera instancia todos sus recursos individuales, familiares colectivos y sociales para hacer frente a los impactos generados y disminuir en la medida de lo posible el desequilibrio que provocan, regular las emociones, proteger su persona y mantenerse en la realidad. Este acompañamiento las dotará de otras estrategias de afrontamiento (1)  como:

  • Ayudarlas a entender en un contexto más amplio los impactos de la experiencia que han vivido.
  • Identificar y fortalecer los recursos positivos individuales, familiares y sociales.
  • Facilitar espacios de encuentro grupales que tengan sentido para las víctimas, basados en la confianza, la reconstrucción de relaciones y el apoyo mutuo.

La construcción de CONTEXTOS FAVORABLES y el desarrollo de vínculos de confianza y de apoyo, hacen que las víctimas vayan reparándose a ellas mismas. Las personas que cuentan con este apoyo social llegan a sentirse mejor porque saben están acompañadas, que son aceptadas; esto no ocurre con aquellas personas que se aíslan y enfrentan solos un proceso de crisis. Es por eso que proporcionarle a las victimas herramientas para que enfrenten estos hechos como un desafío, tomando una posición activa a pesar de las adversidades a las que se llegan a enfrentar, hace que se encuentren mejor y desarrollen acciones más constructivas para reconstruir y REPARAR sus vidas en la medida de lo posible.

Nuestra experiencia

Desde CODIGO DH hemos acompañado a varias personas que han emprendido diversas acciones, entre ellas la terapia psicológica. Algunas presentaron una mejoría significativa a diferencia de quienes no la tomaron; cabe señalar que existen diferencias en las respuestas de cada una de las personas que fueron atendidas, cada sujeto es único y tiene formas peculiares de responder ante el tratamiento.

También se brindó atención a grupos de personas afectadas por la tortura a través de talleres grupales en los cuales se trabajó el impacto psico-social de la tortura, lo que permitió a los participantes saberse parte de un proceso colectivo y no únicamente individual, lo que llevo a una propuesta concreta en la generación de un Plan Integral de Reparación de Daños ocasionados a las víctimas de violaciones de derechos humanos, en cumplimiento a la Recomendación 15/2007 de la CNDH y la Resolución del caso 1/2007 de la SCJN.

Algo más sobre el enfoque psicosocial

El enfoque psicosocial (2) busca comprender los DAÑOS y los IMPACTOS en los comportamientos, emociones y pensamientos de las personas, familias y colectivos que han sido afectados por violaciones graves de derechos humanos, dentro de un contexto social, cultural, político y económico concreto.

Este enfoque desarrolla acciones destinadas a brindar un acompañamiento individual, familiar, comunitario y social orientado a PREVENIR, ATENDER Y AFRONTAR las consecuencias del impacto de dichas violaciones. Estos procesos promueven bienestar, apoyo social y soporte emocional a las víctimas (3), y contribuyen a restablecer su integridad, fortaleciendo su dignidad y estimulando el desarrollo de sus acciones en los procesos de búsqueda de verdad, justicia y reparación integral.

NOTAS

1 Estás estrategias de afrontamiento están condicionadas por la cultura de las víctimas. Mientras unas pueden parecer universales, otras varían en función de las creencias dominantes, los valores o las formas de respuesta de cada persona.

2 Dicha perspectiva no es competencia exclusiva de equipos específicos de profesionales de la salud mental o del trabajo comunitario, sino que se entiende como un eje que debe impregnar todas y cada una de las acciones de los diferentes equipos o profesionales de cada una de las disciplinas que intervienen (especialistas forenses, abogados, antropólogos, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, odontólogos, criminalistas, entre otros).

3 Se entiende por víctimas, a las personas que individual o colectivamente, hayan padecido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos y libertades fundamentales, que afecten su dignidad, incluidas todas las acciones que proscriben el abuso de poder.